Los últimos diez años han
sido extraordinariamente fecundos en avances tecnológicos aplicables a
la educación para poder ofrecer lo mejor y lo más importante en
experiencias para los alumnos y hacer esto extensivo a un número cada
vez mayor. Está absolutamente comprobado que el uso de los «multimedia»
mejora el aprendizaje de los alumnos y al mismo tiempo reduce el tiempo
de instrucción y los costos de la enseñanza.
Los alumnos necesitan para su
futuro profesional de la utilización de los medios tecnológicos, ya que
varían enormemente en su habilidad de percepción y aprendizaje; por lo
tanto, en los requerimientos didácticos individuales. Algunos aprenden
fácil y rápidamente a través de informaciones orales o impresas y con un
mínimo de experiencias más directas. La mayoría requiere experiencias
más concretas que incluyan los medios audiovisuales.
Imagen: haydeesuarez.blogspot.com
Hay muchos factores
culturales que afectan el aprendizaje; por tanto los alumnos necesitan
de una amplia gama de experiencias que incluya aspectos reales,
representaciones visuales y símbolos abstractos. Las nuevas necesidades
y expectativas laborales que el alumno tiene aconsejan una mayor
participación del mismo en el aprendizaje mediante los métodos activos
de investigación y experimentación.
Los programas educativos
necesitan ser apreciados en términos de eficacia y flexibilidad de
aplicación en cuanto a tiempo, personal y recursos de que se disponga.
La demanda de empleo, exige una preparación que obliga al conocimiento
de todo aquello que tiene que ver con la sociedad de la información, las
nuevas tecnologías, la multiplicidad y variación profesional, la
interacción de recursos, y en fin, de todo aquello que facilita la
inserción laboral y profesional.
Los profesores, utilizando
las nuevas tecnologías, pueden liberarse para realizar trabajos de
orientación. Los nuevos patrones didácticos en los que se tiene en
cuenta las nuevas tecnologías y los medios de comunicación para mejorar
el aprendizaje suponen nuevas funciones de los profesores.
imagen:
elarcondeclio.com.ar No es el profesor el que debe proporcionar toda la información, ya que esta se puede presentarse más eficazmente por los medios apropiados, ya sea para proporcionarla a grandes grupos o para que cada alumno la amplíe por sí mismo en forma individual o para ser usada en un pequeño grupo de discusión. Los profesores ya como individuos, ya como equipos se encuentran liberados de trabajos rutinarios y pueden hacer el trabajo verdaderamente profesional y creativo, la orientación de los alumnos que hasta ahora se había descuidado. Este trabajo de orientación y guía supone: amplia participación en la planificación y producción de materiales audiovisuales para adecuarlos a las necesidades de los grupos o de los individuos a que van destinados.
El uso de la tecnología para
mejorar la comunicación obliga a cambiar los métodos rutinarios por
otros más ágiles para alcanzar las metas educativas. La gran resistencia
del personal docente a estos cambios se debe a que, el romper con la
rutina perturba una situación habitual. También, inexactamente se cree
que los nuevos medios deshumanizan la enseñanza, desplazan a los
profesores y que la educación en consecuencia se hará autómata sin la
calidad humana que le da la comunicación entre profesor y alumno.
En la actualidad, con el
aumento de las disciplinas de estudio, del contenido de las mismas, la
especialización y el aumento de la demanda profesional, lo que realmente
sucede y de lo que generalmente se olvidan los educadores, es de que la
verdadera humanización y el sello personal sólo pueden conseguirse con
el uso adecuado de los recursos tecnológicos, que liberan al profesor
del trabajo rutinario y de la mera transmisión de información, para
permitirle realizar el trabajo de orientador y guía en la formación de
sus alumnos.
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Por qué muchos profesores no utilizan los medios de comunicación en las
aulas
La mayoría de los profesores
no entiende o no acepta el valor didáctico de los recursos
audiovisuales. Muchos creen que si no están frente a la clase, hablando,
exhibiendo o actuando; el aprendizaje no se realiza. Otros son
refractarios al uso de la imagen, ya que en una u otra forma la
consideran una «degradación» de la dignidad académica, dignidad que en
su punto de vista sólo puede mantenerse por la comunicación oral y la
lectura. Esta actitud es comprensible ya que «uno enseña como fue
enseñado» y los profesores, salvo contadas excepciones, han recibido una
educación basada en el verbalismo durante toda su vida y especialmente
en su preparación profesional o universitaria.
Imagen:
definicion.mx El uso de auxiliares visuales tuvo sus dificultades en el pasado. Tanto el material como el equipo debían ser solicitados con mucha anticipación. Las máquinas eran difíciles de transportar y de operar; era necesario oscurecer totalmente las aulas etc. Por estas y semejantes razones no valía la pena usar frecuentemente películas o diapositivas.
El contenido de los
materiales comerciales, frecuentemente dejaba mucho que desear con
relación a las necesidades concretas de los profesores en un determinado
momento o circunstancia. La típica película educativa estaba demasiado
recargada de conceptos. Los alumnos no podían retener tal cantidad de
material ni en los casos en que estaba relacionado con la situación
inmediata. Posiblemente sólo una pequeña parte de la película contenía
el tópico que se estaba estudiando, pero resultaba muy difícil preparar
con anticipación la parte que debía ser usada; y tampoco a esta parte se
la presentaba como el profesor hubiera deseado.
Finalmente, la publicidad
engañosa o demasiado entusiasta y prematura de los materiales
audiovisuales hecha por vendedores y algunos profesores, unida a la
filosofía consumista de nuestra sociedad, sin haber realizado una
cuidadosa evaluación y experimentación, ha producido efectos adversos
para la aceptación y uso posterior de estos recursos.
Para muchos profesores,
desafortunadamente, los materiales audiovisuales han sido auxiliares,
accesorios, para ser usados si sobra tiempo y siempre después de haber
dado la clase verbalista y haber estudiado los libros de texto.
En muchas ocasiones, haciendo
verdad el refrán español de que lo mejor es enemigo de lo bueno, por
utilizar lo mejor, olvidamos lo bueno, es decir, por querer el último
grito tecnológico no usamos didácticamente multitud de posibilidades que
creativamente usadas pueden ser fuente idónea de aprendizaje.
Debemos recordar siempre, como maestros, que la tecnología es nuestra amiga y es fundamental para el desarrollo de cualquier clase de calidad en este siglo. Nos pone a la mano un mundo entero de conocimiento, que es lo mas valioso de lo que podemos disponer.
Imagen:
taringa.net
Webgrafía
www.uhu.es
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sábado, 5 de marzo de 2016
La Tecnología y los Profesores
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